¿QUIEN ES BERNARDO?

 

No tendrá más de 6 años cumplidos cuando lo conocí...cuando lo vi me sorprendió, se llama Bernardo y es uno de los muchos niños trabajadores de la calle...

…Tenía algo de hambre a media mañana y es así que me fui a tomar un jugo por la calle Mercaderes en Arequipa, sentado allí y en el momento que menos espere de pronto ingresó él...a sus cortos 6 años cálculo y su decidida mirada ingreso a "vender" los caramelos que valorizados no superan los 0.30 centavos, camino por otras mesas, una a una las recorrió hasta que llegó a la mía, se paró a mi frente, solo me miro...yo lo mire y me dijo: !CÓMPRAME¡ a lo que le respondí… ¿porque tengo que comprarte? para ver su reacción...

Y me respondió: ¡Porque te ofrezco un producto de calidad! me indico, sorprendido le dije que se sentara a mi lado y le pregunté si quería tomar un jugo conmigo y me dijo que si...pero que también lo podía pagar, porque su mamá antes de morir le dijo que no debería recibir nada de extraños...vive con su tía y con una hermana mayor que él, me contó en su media lengua que éste era el último año que trabajaba porque quería ir al colegio y que su tía le había dicho que trabaje mucho para que así pueda ahorrar... me quede sorprendido pues por lo general no sueles encontrarte con personas tan decididas, frágiles y que no se inmutan por nada, por lo muy niño tiene una voz muy inocente, pero saben le vi en los ojos debajo del cerquillo que tenía, MUCHA ACTITUD... para enfrentar la vida, para enfrentar todos los peligros de la calle, y tantas cosas que hoy vivimos. Se paró y me dijo... ¿Usted lo va a pagar no? y le dije ¡si claro que sí! a lo que respondió ... ¡Muchas Gracias! y replico ¿me compra el dulce? le dije Bernardo toma el sol y vende este dulce, tendrás un sol adicional en tu ganancia...me miro, titubeo, y solo atinó a decirme ¡gracias! y se fue.

¡Al salir del lugar lo encontré parado afuera...y me acerqué una vez más para darle la mano a tan pequeño ser humano y le dije... cuando vendas tus dulces Bernardo preséntate primero con tu nombre y ofréceles como lo has venido haciendo... te compraran más!!  ya lo verás...me dijo así lo haré señor...

Cuando en ese momento vi que de su bolsillo sacaba el mismo dulce que me ofreció y lo estaba comiendo...Entonces es que comprendes que siempre predominará la inocencia de un niño por comerse un dulce y eso en los niños en general nunca cambiara...

Ojalá que todos pudiéramos comprender eso que a menudo no vemos en las calles, niños trabajadores, madres con niños pidiendo limosnas, ancianos abandonados, púberes limpiando lunas de los carros, seres humanos todos como nosotros, fruto de nuestra sociedad y que en el destino de sus vidas, ésta los llevó a tal situación, es por ello que antes de juzgar o rechazar a hermanos como los descritos debemos ser tolerantes y entenderlos un poco, estoy seguro que los haremos sentir más aceptados, más como nosotros, siempre que podamos apoyemos campañas que ayuden a los más necesitados, a los más olvidados, ellos muchas veces tienen más historias tristes que nosotros en todo lo que hemos vivido, ejemplos como el de Bernardo que con su fuerza y actitud a la edad que tiene puede hacer cosas de grandes y comportarse como grande y asumir roles de adultos para ellos, para sus familias e irónicamente  nuestra sociedad.

Apoyemos campañas, labor comunitaria, destinada a ellos, a los mas indefensos, a los más necesitados, esto depende de todos nosotros los adultos...para dejar de ver menos Bernardos en las calles, menos ancianos, menos niños trabajadores, menos púberes sin horizonte, y así hagamos una sociedad mejor que no depende solo del estado, si no de cada uno de nosotros.

Y ojalá vuelva a ver a Bernardo...